Esta noticia surge tras un estudio hecho por la universidad Ben-Gurion del Negev de Israel. Se trata de un experimento con maquillaje para engañar los Softwares de reconocimiento fácil más avanzados sin llamar la atención.
La tecnología muchas veces es complicada de engañar, pero en ciertos casos solo es necesario encontrar su punto débil. Los softwares de reconocimiento facial tienen como talón de Aquiles las partes de la cara altamente identificables. Estas partes son las que los algoritmos utilizan para averiguar quién es quién. Por tanto, la solución parece sencilla. Simplemente hay que alterar esas zonas de alguna forma, para confundir a las máquinas.

En el experimento se ha utilizado maquillaje convencional sobre esas zonas de la cara para ver si logran engañar a los algoritmos. El resultado fue increíble. Al aplicar el maquillaje en las partes clave del rostro, solo el 1% de las personas fueron reconocidas. Este plan fue ejecutado en 20 participantes. En todo momento se utilizó un maquillaje lo más natural posible, es decir, como el que cualquier persona podría llevar en su día a día y así medir la capacidad del software para identificar a los sujetos en una situación realista. El resultado fue que en algo más del 98% de los casos los algoritmos no fueron capaces de reconocerlos.
Así son los métodos de identificación biométrica
Como conclusión ya se sabía que los sistemas de reconocimiento facial pueden ser engañados fácilmente, pero de formas que tienden a llamar la atención como con gorras, gafas, cambio de color o cortes de pelo bruscos etc. Como ya he dicho anteriormente estas maneras pueden llamar demasiado la atención del personal de seguridad en zonas vigiladas, como aeropuertos o edificios gubernamentales. En el caso del maquillaje es perfecto. El camuflaje es muy efectivo con el algoritmo sin despertar las sospechas de las personas.